Pozas de Huauque- Cabana- Ancash (Foto-PCC)
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FIESTA PATRONAL DE CABANA
15 AL 30 DE JULIO
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LA HUILLANA
Por: Enrique Vásquez Sifuentes
El último domingo de abril o a mediados de mayo faltando dos meses y medio para los festejos de la Fiesta Patronal de la Ciudad de Cabana-Ancash-Perú, en honor al APOSTOL SANTIAGO " El Mayor" cuya fecha central es el 25 de Julio, se realiza la Tradicional Huillana o gran banquete que ofrece el Devoto a sus familiares, amigos y pobladores en general con el objeto de obtener ayuda para la mejor celebración de esta importante festividad regional.
Los días previos a este acontecimiento hay gran movimiento en la casa del Prioste. El se encarga de conseguir todo el menaje necesario consistente en cuyes, lechones, verduras, mote de maíz, licores; las mujeres preparan la chicha y el amasijo; los allegados y familiares arreglan el anchuroso patio donde se ubicarán largas mesas, bancas y muchas sillas.
Señalado el día esperado, después de la segunda misa dominical y cursadas anteriormente las invitaciones, el pueblo entero concurre a la Casa del Devoto que luce adornada con cadenetas y banderines multicolores y al centro pendiente de un gran pilar, flamea gallarda la magnífica estampa del Apóstol Santiago. La banda de músicos, ubicada en un ángulo del patio, deja escuchar entonces las primeras notas de alegres huaynos cabanistas y ancashinos. Mientras los invitados se ubican en sus respectivos asientos, los allegados y parientes en charlas amistosas animan aun más dicha reunión.
Comienza entonces a saborearse los primeros vasos de chicha de jora y aperitivos de exquisitos licores para luego dar inicio al suculento banquete.
Una persona caracterizada por sus dotes alegres y de buen animador, a viva voz o con un micrófono en la mano le da la emoción a esta reunión fraterna y de cooperación.
Se sirve el primer potaje: entrada de chanchito al horno bien condimentado, acompañado de una deliciosa rosquita cabanista y asentado con sabroso vino iqueño. La banda, interpretando música alegre y los chirocos con tonadas características, anuncian luego que se ha de servir un apetitoso sancochado con una buena presa de carne o en su defecto un delicioso cashallurto. Se interrumpe por breves momentos la comilona para escuchar al animador quien a nombre del prioste agradece la concurrencia de los comensales y siguiendo la tradición deja en libertad para que los asistentes hagan sus ofertas correspondientes.
Unos ofrecen dinero en efectivo; otros, papas, ollucos, maíz, mote, fideos, toros de muerte, carneros, porcinos; los demás: el paseo de una res, el paseo de un patagón, el paseo de la cabeza, el paseo de la almohada, el tablado, la presentación del barco, fuegos artificiales diversos como: vacas locas, castillos de diez , doce o quince cuerpos, ruedas de golpe, de flores, acastilladas, de plaza, ruedas voladoras, cordeladas, luces de bengala y los indiscretos buscapiques. Obsequios que son recibidos con sonoros aplausos y toque de diana y que van ofreciéndose después que se han servido el tercero, cuarto o quinto platos, consistente éste último en un sabroso potaje de cuy con ajiaco de papas conchucanas.
Todos los familiares, amigos e invitados, desbordados por el entusiasmo y la música han hecho un significativo obsequio, que el prioste los anota en un cuaderno especial. Este servirá para tomar en cuenta a los que cumplen con su promesa y que el Devoto sabrá retribuirlos en la fiesta central.
Esta Huillana o gran almuerzo de confraternidad y colaboración concluye con un baile por las calles de la ciudad al compás de tradicionales huaynos ejecutados por las bandas de músicos tanto del mismo pueblo o contratadas de los distritos de Tauca o de Pampas.
Adelante y dirigiendo la comparsa, lleno de alegría y de satisfacción danza el Prioste por las calles de la ciudad, pues la venidera fiesta del Apóstol Santiago será un éxito y muy equipada con la ayuda brindada por el pueblo, por sus amigos y familiares.
PARA MAMÁ
Mayo es el mes de especiales y de grandes celebraciones. Una de ellas se refiere a dar brillo y destacar la figura materna, en muchas dimensiones: como esposa, trabajadora del hogar, maestra, funcionaria, comerciante, policía, médica, campesina y en todos los campos de la actividad humana. A este Ser que nos brindó todo de sí, en esta ocasión, le rendimos nuestro cálido tributo. Para ello, hemos seleccionado la producción literaria de algunos vates pallasquinos, que a través de su creación han plasmado las cualidades de la Madre. El Proyecto Cultural Cantarria se aúna a estos festejos y desea que la Madre de nuestro Perú alcance el peldaño que le corresponde y se le reconozca con toda justicia los derechos que le asiste. Felicidades.
SERENATA A MI MADRE
Vals criollo.
Autor: Miguel Sifuentes Vásquez. “Pichuco”-Cabana (*)
¡Hoy es un gran día muy sagrado!
Porque como hoy día al mundo llegó
mi fiel madrecita que tanto me ha dado:
ternura, consuelo y un sinfín de amor.
En tan fausto día, mi Santa viejita,
yo, que soy tu hijo, con todo fervor
pido a Dios por siempre seas tú bendita,
y que muchas palmas te envíe el Señor.
Que todas las flores se vistan de gala,
que raye la aurora con gran esplendor,
y todas las aves batiendo sus alas
escriban tu nombre a tu alrededor.
Que los ruiseñores te brinden sus trinos,
que todos los astros irradien su luz...
y del firmamento, en coros divinos,
la gran Serenata te envíe Jesús.
Es pues este día, día inigualable,
porque cumple años mi buena mamá,
mi viejita noble, de bondad intachable,
el mejor cariño, la única verdad.
En este tu día de gran regocijo
que el cielo te colme de felicidad...
y con toda el alma recibe de tu hijo
este abrazo fuerte lleno de bondad.
(*) El Radar. No 9, 1962
A MI MADRE
Por: Víctor H. Acosta (*) Pallasca
Hoy pagan tus caricias mis místicos cantares;
los besos que me diste en plácido besar
de estas fugaces notas que aquí en lejanos lares
he logrado a las cuerdas de mi lira arrancar.
Hoy pago las ternuras que allá en mi noble cuna
me diste, madre mía, entre gozo y dolor;
hoy te mando en un rayo cansado de la luna
los abrazos que mi alma te brinda con amor.
Te adoro aunque me encuentro muy lejos de tu lado
entregado a la pena y a este duro bregar,
te adoro porque ¡Oh madre! Soy tu hijo más amado
y el vate infelice nació para llorar...
(*) Autor de “Sentidas”-(Lima 1929) bello florigio,surgido "a raíz de una vida llena de dolores”. Nació en Pallasca-Ancash.
NOBLEZA DE MUJER
Por: Filomeno Sifuentes Fernández - Cabana(*)
Brillo y luz propia,
del polvo de estrella, por fortuna,
llevan en el alma las mujeres;
impulso no le falta a ninguna,
para domésticos quehaceres,
pues, con amor,
todo lo resuelven ellas.
Hermosas mujeres
de trenzas bien cuidadas y
caritas sonrosadas,
trabajan en el campo con denuedo,
alternando sus tareas variadas,
con labores tradicionales de la casa,
como el hilado y el tejido,
como la costura y la cocina
con arte fino y gracia divina.
cuidan a los niños con esmero,
prodigándoles amor a toda hora,
también cuidan al ganado
como cuida una madre a sus rebaños.
(*) De: “Canto a Cabana”. Filomeno Sifuentes Fernández es maestro cesante, de brillante trayectoria. Nació en Cabana (29-11-1920) Su poesía es sencilla, de hondo lirismo y nostalgia.
LÁGRIMAS DE UN HIJO
Por: Miguel Sifuentes Vásquez (Pichuco)
Tranquila estaba mi alma y en mi pecho sentía
deseos tan inmensos de un futuro mejor
más nunca en mi memoria siquiera presentía
que el destino inaudito clavara en mí su dolor.
Cayó enferma mi madre de enfermedad incurable
la Ciencia era implacable para aliviar su mal
y mi hogar transformose en cuadro miserable
en una escena horrible, cruel y sentimental.
Murió mi madrecita mi viejita adorada
se fue tranquila y santa camino a la mansión
donde las almas puras en celestial morada
descansan y respiran el canto de oración.
Y en mi dolor sumido yo imploro a cada instante
por estar junto a ella y escuchar su bondad
pues el amor de madre queda siempre latente
e impregnado en el alma por toda eternidad.
¿Por qué te fuiste madre, por qué me abandonaste?
Dejándome en el mundo llorando por tu amor
he aquí a tu pobre hijo por quien sacrificaste
y a quien con tus consejos supiste dar honor.
¡Oh madrecita santa las lágrimas de tu hijo!
Son lágrimas que brotan desde mi corazón
y arrodillado madre delante un crucifijo
le imploro a Dios te tenga en tu eterna mansión.
UNA PIEDRA Y UNA FLOR SOLITARIA
Por: Guillermo Matienzo Reyes (x)
La supuesta historia contaré con desazón
pero cada vez que recuerdo, mi corazón
se arruga arrancando con fuerza un suspiro
destino que no se cumplió y se detuvo.
Yace una flor solitaria en aquel rincón
¿Dónde te vas, dónde te fuiste mamá?
Con tu kipe en tu pequeña espalda
de vistosa y colorida lliclla amarrada.
El aire flamea tu larga falda negra
pareciera una cadenciosa danza solitaria
que rápidamente se pierde por esa ladera
en el camino polvoriento de mis recuerdos.
Ahora que no estás madre mía
parece que te fuiste para no volver
solo de pensar de tu enfado y resignación
tendría que visitar el desolado paraje.
Al saber que tu sangrante frente
pudo apagar tu gran vida en esa soledad
y mi lágrima se detuvo en el tiempo
al no querer esa piedra darte fin.
(x) Poeta cabanista. Ha escrito ‘Caminos del Recuerdo, Versos Sencillos’. A este ramillete de poemas pertenece el tema que se ha escogido para rendir tributo a la Madre.
REMEMBRANZA MATERNA
Por: Arnulfo Moreno Ravelo- Tauca (*)
Hoy, me encuentro dentro de la Casa de Tapugón. Dentro de este pequeño mundo de sentimientos, de tristezas, de tantos recuerdos, de tantas horas tiradas en el pasado, cual hojas secas cubiertas de polvo, enmudecidas en el silencio, en donde rebota mis pensamientos casi ya vacíos, por aquella distancia, que al impacto de mis pasos, trizados por el suelo se van quedando y otras de tanta sombra se han envejecido.
Miro a mis alrededores. Observo los asientos de barro y piedra, que en su mayoría se han deteriorado; porque el paso del tiempo, los ha estropeado, como páginas de la historia, leídas por las sombras.
Dentro de estas tantas horas que se van quedando, perforando la distante memoria de sus campos; puedo divisar la figura de mi madre, como en aquellos tiempos de mi niñez y de mi adolescencia; la veo cocinar, la veo peinar su ensortijada cabellera, que rebeldemente descendían sus hombros, sobre su silueta, que simultáneamente armonizaba con su tierna sonrisa y de rojo atuendo de polleras, bordadas en alto relieve de diversas clases y colores de hilos; hasta escucho su voz de madre y a veces me parece... llamarme dulce y tiernamente con tanto amor.
Pero, Dios mío, que fugaz, es esta visión, que corta duración tiene esta remembranza, que inmediatamente huye, tal como se permitió venir; he ahí, cuando se siente, se experimenta, se percibe el dolor y la pena por la madre muerta.
(*) De: “La Casa de Tapugón”-Lima 1998- En este pasaje Arnulfo Moreno Ravelo, reconocido escritor y poeta nacional, recrea la figura de su madre, justo en la casa de campo dónde él vivió. Lo hace con lenguaje tierno y con mucha reflexión.
TE RECUERDO MADRE
Por: Manuel Sifuentes Reyes (x)
¡MADRE MÍA! Un mes de agosto, en que los maizales se mecen alegremente por las caricias de suaves brisas, emprendiste ese viaje sin retorno ni auroras.
Pero tu recuerdo vive eternamente y sobre el azul del cielo, un permanente hálito de amor cae sobre tus hijos.
Te recuerdo ,Madre, cuando en mis andanzas por los maizales y trigales, con el Juan, el Alejandro y el Nico, íbamos a buscar nidos de palomas y perdices o gozar con las toradas, y Tú; Madre, nos llamabas: “Vengan hijos” y nos invitabas las semitas y el requesón.
Te recuerdo ,Madre, cuando en mis noches de infantil bohemia, con el “Jishu”, el “Vishe” y el Humberto, nos encaminábamos a dar serenatas a “Las Mellizas”, a la Nila y La Esperanza; y a mi retorno, te encontraba rezando al pie de la Virgen y me decías: “No vas a ser malito, hijo”.
Te recuerdo, Madre, cuando en mis viajes de estudiante, me impartías tu bendición divina, y en voz muy queda, ahogada por el llanto, me despedías y alentabas mi sed de superación.
Te recuerdo, Madre, cuando los esbirros de los tiranos, niño aún, me llevaron a prisión; Tú, implorabas perdón, pero siempre me aconsejabas llevar en alto el ideal.
Y cuando en mis años mozos, hube de encaminarme por la difícil tarea del magisterio, Tú, Madre, me decías: “Brinda al niño amor y mucho amor; porque el niño, sea rico o pobre, para ser feliz, requiere de amor”.
Hoy que las lluvias golpetean constantemente en los tejados y me falta tu regazo para guarecerme de los rayos y relámpagos y veo nevar las lejanas cumbres del Macra y Mashgonga, me he dicho: “Cómo encanecen las cumbres de los cerros, cómo va cayendo la nieve lenta y atrozmente fría en nuestras vidas. ¡Madre !
Cabana, mayo de 1990
(x) Manuel Sifuentes Reyes , nació en Cabana. Es maestro cesante de Primaria. Se desempeñó como tal en Bolognesi por más de 15 años y en Cabana hasta el momento de su cesantía. Aficionado a la música y a la literatura. Ha escrito muchas narraciones referidas a su pueblo natal y ha compuesto hermosos poemas de hondo contenido telúrico.
MADRE CABANISTA
Por: Enrique Vásquez Sifuentes (x)
En esta ocasión me dirijo a ti Madre Cabanista para expresarte mi saludo y al mismo tiempo para evocar tus múltiples ocupaciones que sigues cumpliendo en Huayumaca, Pacchamaca, San Jerónimo y Trujillo, los tradicionales barrios de Cabana; así como en las estancias y caseríos de San Martín, San Pedro, Aija, Huambo, Cajapay y La Florida.
Me parece, ahora, verte caminar con tu hijo cargado en tu lliclla y sobre tus espaldas por las distintas calles de mi pueblo, ya para efectuar una compra, concurrir al mercado, asistir a la misa dominical o transportar tus baldes con agua desde el Puquio de Santo Toribio a la ciudad.
En otras ocasiones, he observado levantarte muy temprano y buscar a los peones para los barbechos, siembras, deshierbos, cutipos o cosechas de las ocas, papas, del trigo o del maíz; asomar muy sudorosa por el Puente Maravillas, La Cruz Misionera o la cuesta de Pashul, arreando tu ganado o tus pollinos cargados de leña o alfalfa, para venderlos en la ciudad o ir a los Molinos a dejar los granos para la alimentación del hogar.
Mis días de infancia son testigos de constante trajín a La Represa, El Alto de Conduto, el Río Maravillas o el de Cushacama para lavar y enjuagar en sus límpidas aguas la ropa de tus familiares; así mismo, ubicarte junto al chorro de la Plaza o en una esquina de la misma para vender tus riquísimos helados de leche y vainilla; instalarte en la vereda de la Municipalidad para ofrecernos tus ricos bizcochos y panes, frutas y verduras, especialmente los domingos o en la Fiesta del Patrón Santiago.
¡Madre Cabanista!, he admirado tu participación en las distintas faenas y festivales del pueblo. En carnavales, juntando agua y sancochando los tamales para las siembras; en Semana Santa, hirviendo los higos y acompañando a los Señores de Miércoles, Jueves y Viernes Santo cuando estos salen en solemne procesión. En las fiestas de julio, bailando junto a tu pareja y esperando el esperado desahogo tradicional; en agosto, cosechando los resecos maizales y trigales junto a los tuyos y partidarios; en octubre, preparando la comida para los asistentes al “Corte de leña” y entusiasmada para festejar el aniversario de nuestro pueblo; en noviembre, en el Cementerio visitando y llorando a tus familiares y a fines de diciembre e inicios de enero en santa comunión con tus parientes.
Es decir, siempre he notado tu presencia en los días de regocijo como en los de honda tristeza.
¡Madre Cabanista!, te he visto asistir puntualmente al templo a dar gracias al Señor, al Campo Santo a recordar a los tuyos; concurrir el primero de abril a la escuela llevando a tus hijos para que sean digno ejemplo de tu hogar y de tu pueblo.
(x) Profesor de Lenguaje y Comunicación. Escribe temas referidos a Cabana y a la realidad pallasquina. Con el apoyo de la Avocación Cabanista ha publicado un Cuaderno Cultural con el título ‘Imágnes de la Tierra de los Pashas’. Editorializa los contenidos de la Revista Radial ‘Mirando Nuestro Perú’.
Solo Dios sabe cuánto te extraño!...
Para Juana Consuelo Sifuentes Reyes
Por. Enrique Manrique Vásquez
Por que sé que Juanita fue una gran MADRE... por ello hay palabras que nunca salen de nuestros labios, por que creemos que no son necesarias, pero hoy, Madre, quiero decirte muchas cosas y que espero no sea tarde.
Escúchame, a pesar de poder mantener las fuerzas y ser maduro, soy también muy sensible y necesito de tus consentimientos, de tus arrullos, de tus regaños y de toda tu ternura. Hoy recordaba mi niñez en Cabana, recordaba tus consejos, tus regaños… Regaños que ahora me doy cuenta que eran solo muestras de tu gran amor de madre.
Hoy la tristeza oprime mi alma, esa inmensa tristeza de no tenerte a mi lado, quisiera ser un pájaro para poder volar a tu lado, para poder decirte lo mucho que te necesito, para poder decir lo mucho que te amo, no sabes cuánto te extrañamos, te amo y me haces mucha falta y ahora entiendo todos tus consejos, tus regaños, y hasta tus enojos.
Ahora que no estás, te digo que has sido y serás siempre una GRAN MADRE, perdóname si en algún momento te hice sufrir, no ha sido mi intención.Si acaso es decirlo, perdóname por no ser de repente como tú querías.
Déjame arrodillarme y pedirte perdón por los malos momentos que te causé, Madre mía, gracias por todos tus esfuerzos, por tus sabios consejos, por todas esas lágrimas que derramaste por mí, gracias por velar mi sueño cuando era niño y me enfermaba…
Gracias por cobijarme en tu regazo, por cuidarme, por ser parte de tu sangre, por darme tu tiempo y tu espíritu. Con tus preocupaciones y consejos hiciste de mí una persona responsable y de bien.
Gracias por ser parte de ti, por darme tu amor incondicional a tu manera.
Es imposible retroceder el tiempo, pero solo te puedo decir que todos esos hermosos momentos de mi niñez, los atesoro en mi mente y mi corazón, los guardaré como mi más preciado tesoro y los compartiré con mi hijo Arturo…
Te tengo presente en todo momento y cada vez que pronuncio tu nombre “JUANITA” haré de esas siete letras expresiones de Paz, Sabiduría y Ternura que siempre te caracterizaban por tu docencia implantada a todos tus alumnas que hoy como profesionales te recuerdan.
Te recordaré, al igual que la Chela, Julio, Enrique y Juanato pendientes hasta tus últimos días; por que cada día que nos acompañaste hicimos los días, las horas las más felices de tu vida.
GRACIAS por tus regaños por que me hicieron la persona que soy. GRACIAS por que detrás de mis errores y tristezas siempre estuviste con los brazos abiertos para consolarme. GRACIAS porque en mis grandes triunfos también estuviste para disfrutar conmigo las grandes felicidades.
Gracias por el ejemplo de la honradez, del entusiasmo y la calidez, por los regaños y desacuerdos, por las verdades y descontentos.......
Gracias por enseñarme a dar de intensa forma y nada esperar, por los consejos y las caídas, por enseñarme como es la vida....
¡Solo Dios sabe cuánto te extraño!...
A veces siento que aunque han pasado unos meses, recién partiste ayer, dejando un lugar en mi vida, en la casa y en nuestra familia, que siempre estás con nosotros; pero, la amargura de no verte, abrazarte y reírme contigo aún no se disipa, muy por el contrario, a veces crece con tanta fuerza que creo estallar por dentro.
Siento que no hice todo lo que pude por ti, que te merecías mucho más, no pude encontrar el camino para atarte más a esta tierra, Dios te quiso llevar con él y nos tuvimos que conformar.
Siento día a día, minuto a minuto que de esta pesadilla despertar no puedo, solo puedo esperar que el tiempo me dará la conformidad y que algún día enfrente mío estarás, con tu sonrisa y tu rostro al sol, esperándome para darnos ese abrazo eterno así como lo hacíamos juntos con PAPA JULIO en Cabana, en las cosechas, en las excursiones, en la escuela....
Siento que aunque ya soy un adulto, no puedo dejar de derramar lágrimas de niño, al recordarte y al sentir que te quiero aún cuando ya no estás conmigo, porque a pesar de ser corta tu partida los llevo cada vez con mayor cautela, me haces falta para no cometer tal vez el gran error de mi vida, que siempre atormenta, ya que no avisa y siempre está a la vuelta de la esquina.
Siento que ahora que estoy sin ti... parte de mi ser partió contigo.
Eternamente,
Tu hijo,
Edwar Enrique Manrique Vásquez
"VAMOS A GANAR LA PRIMAVERA"
Texto: Enrique Vásquez Sifuentes
Fotos: Archivo Cantarria
Los pobladores cabanistas, de la ciudad y del campo, especialmente los jóvenes, esperan ansiosos la llegada del Primero de Mayo. Efectivamente, los días anteriores, cercano a los fogones de las casas y entre grupo de amigos, se entretejen algunos planes para ir "A ganar la Primavera".
Llega la fecha, en grupo compacto, las mozas y sus cholos, antes que amanezca ascienden ya la cumbre de Conducto o Los Molinos, para "Florecer" en la Cruz de Huangayoc o de Combe o en el Cerrito de Pashas. Los versos espontáneos de un alegre huayno brotan al momento:
Vámonos a los Molinos
a ganar la primavera
que el lucero va a alumbrar
.........................
En tanto las manos callosas de los músicos agilizan los bordones de alguna guitarra o mandolina, las parejas, luciendo sus ponchos y rebozos pronto se disponen a bailar un sentido huayno alrededor de la fogata improvisada para el abrigo matinal.
Mes de Mayo,
mes de Mayo primavera,
como quisiera tenerla
a mi cholita prisionera.
Y los ánimos de los concurrentes se despiertan aún más; pues ya las muchachas están sirviendo, muy calientita, una taza de la riquísima panisara o a veces un espeso chocolate, acompañado de sabrosas semitas, bizcochos y roscas mantecosas preparadas especialmente para esta ocasión. Se complementa luego este desayuno mañanero con ajiaco de cuyes y papas sancochadas.
El trinar de las pichuchancas, crishos, lechish, jilguerillos, zorzales, zapalleros y otras avecillas que saludan a la aurora ininterrumpidamente embelecen a los jóvenes madrugadores, quienes se aprestan a coger las fragantes flores del copcho, chugur, rima rima, sergodines, huambis y otras ramas silvestres que brotan inmaculadas por estos parajes. Otros muchachos buscan los puquios o alguna acequia en donde beber siquiera un poquito de sus aguas cristalinas o darse un baño saludable en ellas.
Cuando el astro Rey con sus débiles rayos comienza a extenderse sobre el poblado se inicia el retorno de la muchachada quienes lo hacen portando abundantes manojos de flores silvestres.
Es entonces cuando un coro, al contemplar desde las alturas del Huangayoc el paisaje de la ciudad, entona al compás de la guitarra:
Pueblo de Cabana,
bordeado de eucaliptos,
de fragantes flores y
aguas cristalinas.
Y como si la naturaleza misma hubiera inspirado a estos alegres muchachos, las voces dejan escuchar:
Me encanta tu cielo
y tus mañanas claras,
tus lindas muchachas,
que irradian dulzura.
Así se ha ganado la primavera y pronto vendrán las celebraciones del "Día del Trabajo", "El Día de la Madre", "La fiesta de San Isidro" y la relimpia de pozas, acequias y lagunas del pueblo de Cabana..
LA FIESTA DE LA CRUZ
Texto: Enrique Vásquez Sifuentes
Fotos: Archivo Cantarria
Mayo es el mes más hermoso de la sierra cabanista. No solo por el esplendor de su paisaje, sino porque también, el habitante reanuda el ciclo vital de sus festividades. Ya pasó el Primero de mayo donde la mayoría de jóvenes fuimos a ‘Ganar la Primavera’. Ahora es propicia la ocasión para festejar La Fiesta de las Cruces.
Es por eso que pasado algunos días se rompe nuevamente la tranquilidad pueblerina y entonces, ‘El Toro de trapo’, acompañado de su ‘cajeros’ y de una música peculiar, anuncia que se ha de realizar la ‘Fiesta de las Cruces’. Y en verdad a lo largo de los diferentes caminos, así como en las alturas de algunos cerros que rodean el pueblo de Cabana, existen colocadas muchas y variadas cruces. Entre ellas se destacan La Cruz Misionera, La Cruz de Pashas, La Cruz del Puente Maravillas, La Cruz de Málape, La Cruz de Chugallmaca, La Cruz de Huacollana, La Cruz de Cuyubamba, La Cruz de Siete Mundos, La Cruz de Combe, Tres Cruces, La Cruz de Mashgonga, La Cruz del Perdón, La Cruz del Concejo y La Cruz del Alto de Cayn, entre otras.
Todas ellas descansan en las peanas de las colinas o en las salidas de los caminos para animar el buen viaje de los forasteros y nativos; otras para visitar a sus ermitas en peregrinaciones y no muchas para resguardar de los malos espíritus a los comarcanos de Cabana. Sus priostes o devotos siempre las engalanan con flores multicolores y las cuidan en los restantes meses del año.
Si un pasajero se dirige a un lugar lejano, al pasar por el Santo Madero, muy reverente se inclina, se quita el sombrero, se santigua, recoge las flores silvestres de la zona, tres o cuatro piedras y las coloca al pie del Madero, y esa es su ofrenda. En su pensamiento le pide protección, ánimo para llegar sin riesgo a su destino.
Evocamos todavía las peregrinaciones que efectuábamos a la Cruz de Pashas. Los Padres Oblatos de San José, entre los que recordamos a Monseñor Marcos Libardoni, Ciro Palai, Luis Zanzottera, Los Hnos. Isidro y Guillermo, eran los que presidían este largo peregrinaje. Nos concentrábamos en la Iglesia y entre cánticos y rezos nos dirigíamos a Pashas. Adelante iba el ‘Toro de trapo’ seguido por un grupo de muchachitos curiosos. Antes de ascender a la colina hacíamos una pascana en las faldas del cerro. Se servía entre la concurrencia el rico potaje de cuy con sus papas cambrayes, el frejolito reventado, las sabrosas tortillas y otros platos costumbristas. La festividad se animaba aun más con un baile general. Luego, en lo alto del cerro, donde se ha construido una Capilla, se rendía homenaje a la Cruz de Pashas.
Por otro lado, durante las velaciones, que duran todo el mes, en las casas de sus mayordomos ya se escuchan los tradicionales rezos y al instante las cantoras desgranan melodías de su inspiración:
Santísima Cruz del Calvario,
¿Qué te traigo de regalo?
Un manojito de flores
para todas tus hermandades
Mientras tanto ‘El Toro de trapo’ hace sus reverencias al Santo Madero. Enseguida un guitarrista y rondinista, que forman el dúo musical, entonan alegres huaynos iniciando así el baile popular que se prolonga hasta altas horas de la madrugada.
En estos tiempos, esta fiesta tradicional, con la presencia de muchos cabanistas en Lima Metropolitana se trata de recordar y mantener todos los años en el Complejo Deportivo y Cultural de la Asociación Cabanista, Km. 29.5, Panamericana Norte.
VAMOS A GANAR LA PRIMAVERA
Estimados amigos este espacio está en plena preparación. Agradecemos más bien nos proporcionen fotografías de las siguientes actividades que se realizan en Cabana durante este mes:
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